Nuevos horizontes: ampliando estudios de Auxiliar técnica veterinaria

Después de casi 3 años de ejercer profesionalmente mi gran sueño, dedicarme a los gatos ayudando a familias a disfrutar de una mejor convivencia juntos y después de resolver muchos casos con éxito, me he dado cuenta de 2 cosas.

 

En primer lugar, he constatado que dedicarme exclusivamente a resolver "casos" (me refiero a visitas a domicilio y asesorías para mejorar la vida de familias gatunas) no da para vivir y no porque no haya suficientes casos por resolver, no. De casos hay muchísimos, la limitación radica en que los casos que existen no llegan ni siquiera a ser identificados como tales.

Mayoritariamente porque la propia tutora no percibe esa conducta de su gato como problemática, la entiende como algo “normal” o, no le molesta, y por lo tanto nunca acudirá a un servicio de etología para solucionarlo. En otras ocasiones sucede que nunca llega a encontrar a la profesional adecuada (en este caso a mí) para poner en marcha el tratamiento de conducta idoneo y poner fin a las molestias. Desgraciadamente estas situaciones acaban en estrés crónico para el gato afectado (y posteriores afectaciones de salud) o en abandono del animal.

En segundo lugar, que mi mente inquieta, curiosa y científica ha decidido nuevamente que necesita más. Que quiero ampliar horizontes y probar situaciones nuevas (dentro del mundo animal) y eso pasa irremediablemente por otro período de formación académica.

Así que, después de buscar diferentes opciones y preguntando aquí y allá he elegido estudiar el curso de ATV (Auxiliar o Asistente técnico veterinario). Creo que puede ser una perfecta combinación (armonía y complicidad al mismo tiempo) la experiencia de la etología felina (resolver situaciones incómodas y asesorías preventivas y de mejora) con la práctica clínica de auxiliar veterinaria; será de gran utilidad para ejercer más ampliamente mi especialidad felina, que es poco habitual y escasa, muy desconocida y enormemente necesaria para el bienestar de las familias gatunas. Podré alcanzar a más gatos y tutores que necesiten un poco de orden en su vida familiar.

Estoy entusiasmada y emocionada por descubrir qué se esconde detrás del “pijama azul o verde” de las ATV que siempre he mirado con respeto y admiración. Nunca imaginé que un día tomaría este camino ya que las agujas y yo no nos entendemos demasiado, pero a lo largo de mi vida he pasado por situaciones peores y las he superado perfectamente.

No voy a dejar de trabajar de asesora en conducta felina, al contrario; como he dicho antes, este será un escalón más en mi carrera profesional y en cuanto acabe esta nueva etapa académica, continuaré con más fuerza y preparación práctica (de manejo) para hacer más y mejor. Mientras tanto sigo resolviendo los casos que la agenda me permite.

Agradezco a las personas que me han ayudado con su opinión y consejo a decidirme y realizar este pasito más.

En gatos a pares: siempre al servicio de los gatos.

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