17 ene 2024

Gatos a pares cumple tres años

Desde el minuto uno (en cuanto acabé en diciembre de 2020 el máster de etología en la UAB) tuve claro a lo que quería dedicarme en adelante.

Mi objetivo principal era y es ayudar a familias con gatos en casa a mejorar su vida juntos. Asesorar, enseñar, pautar, orientar en todas aquellas acciones


del día a día que implican entender y relacionarse mejor con nuestros gatos, con los que compartimos nuestra vida. Descubrir más aspectos y disfrutar del fascinante mundo de los gatos.

Los tenemos tan cerca que no caemos en la cuenta de que en muchas ocasiones no entendemos lo que hacen, lo que dicen, lo que quieren, o lo que no necesitan. Por eso es tan importante acudir a una profesional de la conducta cuando no funciona lo que haces. Ella te podrá explicar qué hace un gato (de forma natural, como especie), por qué lo hace, cómo lo hace y sobre todo y muy importante para qué lo hace. Al fin y al cabo eso es la Ciencia de la Etología: interpretar la comunicación en gestos y oral (las expresiones habituales y naturales de especie) de un animal, en este caso, el gato. Porque, está claro, que si “entiendes un idioma”, el diálogo es más fluido y la conversación adquiere un sentido. Si lo hacemos entre personas, ¿por qué no con nuestro animal? Consíguelo.

A lo largo de estos tres años de “viaje” he conocido numerosos gatos, familias, lugares y situaciones distintas. Puedo afirmar categóricamente que cada caso es distinto y único. Que, aunque la solución a los problemas de conducta pasa por la aplicación de ciertos protocolos generales, en la práctica y para obtener los resultados deseados, cada caso requiere concretar hasta el más pequeño detalle, que lo hace único, irrepetible y distinto a otro, por muy similar que parezca. Es por esto por lo que, uno de los valores añadidos de acudir a una profesional, es que los casos se resuelven de forma personalizada y exclusiva.

Los factores que intervienen en esta variabilidad son, por un lado, el propio gato (con su personalidad, carácter, edad, nivel de socialización, experiencias vividas...); la familia (según el número de miembros que la forman, las edades, el tiempo que dedican a su animal, la coordinación entre ellos, etc.); el entorno (muy particular y determinante al mismo tiempo, según el tipo de vivienda, la ubicación, el tamaño, la distribución, etc.); el problema de conducta en sí mismo (es decir, el motivo por el cual se busca ayuda profesional: agresividad, marcaje, miedos, falta de adaptación, interacción inadecuada, etc.). Todos y cada uno de estos elementos hacen que dos historias sean distintas, con pautas y recomendaciones para su resolución distintas aunque la conducta molesta expresada por el gato sea la misma. Por eso es importante que sepas (para evitar disgustos en un futuro), que no es una buena opción elegir la vía rápida y fácil y aplicar “las recetas milagrosas” que se encuentran en las redes sociales o en manuales disponibles online, que prometen un remedio cómodo a tu problema. Como información de inicio pueden situarte, pero para resolver de raíz y con efectividad será necesaria la intervención de una especialista. 

Tu gato es único (con su personalidad y en su entorno) y necesita una solución única y exclusiva, no te conformes con menos.

Nunca imaginé que poder realizar mi sueño y ejercer profesionalmente de mi vocación, además, me daría tanta riqueza inmaterial. Me explico.

Como decía antes, todo esto es lo que ha pasado por la asesoría:

(1)  Los gatos: empiezo por los grandes protagonistas. Con su temperamento: atrevido, miedoso, travieso, juguetón, distante, mimoso, cauto, tranquilo, activo, simpático, aventurero, observador y sobre todo cada uno de ellos, con su encanto particular.

(2) Las familias: el núcleo de personas con las que convive nuestro protagonista. Las hay de uno, dos, tres, o más miembros y de todas las edades (niños, adolescentes adultos y ancianos); algunas con perros u otros animales (peces, tortugas, periquitos); y otras con sólo gatos (uno o hasta con seis, he conocido).

(3) El entorno: he visitado tanto en ciudad, como en pueblo; municipios grandes o muy pequeños; con viviendas de todo tipo y gustos, diseños y decoraciones; algunas de muy pequeñas y otras, poco frecuentes, de espectaculares (envidia sana). Y localizadas en varias comarcas del territorio catalán.

(4) Las tutoras: curiosamente la mayoría de los tutores de gato que he conocido son mujeres (hay estudios de expertos que dicen que las mujeres tenemos más feeling con los gatos). Sin quererlo (ya que no es una información relevante en el trabajo a realizar) he sabido la profesión de alguna de ellas y me ha sorprendido gratamente, la gran diversidad de ocupaciones que abarcamos las “tutoras gatunas” (simple curiosidad sociológica). Aquí te dejo algunas: maestra, abogada, restauradora, psicóloga, nutricionista, músico, cantante, somelier, traductora, escritora, educación infantil, médico, esteticien, administrativa, dependienta, estudiante universitaria, profesora de universidad, ama de casa, cajera, jubilada, pescatera, empresaria, enfermera, diseñadora, comercial, fotógrafa, asistenta, química, recepcionista. Creo que no saben cuánto he aprendido de todas y cuánto se lo agradezco. Me ha sorprendido las distintas maneras en cómo han afrontado el problema de su gato y cómo han abordado la resolución con las pautas y consejos que les di. Observas el nivel de implicación, preocupación, el optimismo o desánimo durante el proceso, las dudas que van surgiendo, la ilusión y la confianza, los avances y sus ganas de aprender, … y todo gracias a su gato. Y al final, cuando damos el caso por concluido, te agradecen porque han descubierto el auténtico compañero que tienen a su lado: “ahora lo conozco de verdad”.

(5) El problema de conducta. Me gustaría detenerme y comentar sobre la casuística y la diversidad de motivos que han llegado a la asesoría buscando una solución o un consejo. Son muchas las situaciones que pueden alterar el comportamiento natural de un gato y que hacen que vivir con él sea complicado e incluso, en casos extremos, llegue a ser insostenible. Citaré algunos ejemplos de mis intervenciones. Gatos que se pelean o se agreden constantemente (no se toleran y se genera mala convivencia). Gatos con mucho miedo (siempre escondidos, expectantes, alertas a todo). Gatos muy desconfiados y recelosos del contacto (difícil acercarse a ellos sin resultar dañado). Socialización de gatitos (hacer bien las cosas desde el minuto uno de su nacimiento asegura un adulto equilibrado y disminuye los problemas en el futuro). Adaptación a casa (ayudarle en la llegada a su nuevo hogar gestionando bien sus recursos e interacción). Presentación entre gatos desconocidos (nunca debería faltar este protocolo de introducción porque asegura el éxito de su convivencia en el futuro). Tuve la oportunidad de participar en la presentación entre gatitos ciegos. Un gran reto y toda una experiencia. Más intervenciones: pautas para afrontar una mudanza (evitar al máximo el estrés al gato nos puede liberar de problemas posteriores). La llegada de un bebé a casa (hay mucho desconocimiento al respecto y se hacen mal muchas cosas). Convivencia entre gato y perro (no siempre es viable esta combinación, el carácter particular de ambos animales es determinante en la aceptación mutua). Convivir con un gato por primera vez (especial para familias gatunas primerizas que quieren empezar con buen pie una larga amistad). Mejorar la relación gato-tutora (aprender su lenguaje y comunicación abre grandes posibilidades de lograr un vínculo afectivo sano y duradero). Gatos que marcan por la casa, ya sea con orina y/o con heces (son diversos los motivos que lo generan y la solución pasa por identificarlos correctamente antes de empezar a hacer cambios al azar-acude a una especialista-). Gatos que repentinamente agreden a su compañero o a su tutora (no pienses que tu gato se ha vuelto loco, siempre hay una causa que lo genera, lo importante es detectarla y trabajarlo con una especialista). Y podría seguir enumerando unos cuantos más. Pero es el momento de agradecer a todas las familias que han acudido a mí, a la asesoría Gatos a pares, por su confianza, su sinceridad y por abrirme las puertas de su casa. También por su implicación ya que, gran parte del éxito en la resolución de un caso depende de su empeño y constancia. He aprendido mucho de todas y cada una de ellas.

Aprovecho para decirte que si has visto reflejado (en alguno de estos ejemplos) lo que pasa en tu casa, te recomiendo que acudas, sin pensártelo más, a una especialista de la conducta. La necesitas para revertir la situación. Porque, 

los problemas de tu gato son tus problemas y tienen solución 

y cuanto antes empieces antes acabarás y mejor. Si no sabes a quien acudir puedes empezar preguntando a tu veterinaria de confianza. La salud física y la emocional van de la mano y es fundamental un trabajo en equipo entre ambos profesionales. Puede facilitarte el contacto de una especialista.

No puede faltar en esta enumeración del balance de estos tres primeros años de Gatos a pares, una mención especial a mis queridos gatitos, los que cuido como catsitter (cuando sus familias están ausentes) que me dan buena dosis de adrenalina y amor gatuno en mis visitas de cuidado y atención personalizado.

A poco de comenzar, me adentré (gracias al sabio consejo de una clienta) en el para mí desconocido mundo de Instagram. Después de tres años de comunicación virtual he conseguido compartir (a estas alturas) de forma natural y espontánea (con mis ahora alcanzados ya más de 535 seguidores) aquellas experiencias que considero interesantes, relevantes o que pueden aportar información útil o curiosa a las amantes de los gatos.

Paralelamente a las asesorías (que las hay de tres tipos) he podido organizar y/o participar en algunas charlas informales y gratuitas y también en ferias animalistas donde se busca concienciar a las personas sobre el respeto y el cuidado de los animales de compañía, la adopción responsable y luchar contra el abandono. Otra actividad muy interesante es la colaboración puntual con entidades animalistas para acercar a la gente el contacto directo con los gatos, enseñar su cara más amable y necesitada de atenciones y valorar la posibilidad de adoptar o no (encontrarás más información de todos mis servicios y actividades en mi perfil).

Uno de mis principales objetivos es difundir conocimiento para mejorar el entorno y la convivencia con el gato (su bienestar) para que el vínculo afectivo y la relación sea mucho más sana, respetuosa y feliz. Por eso he vivido con gran ilusión y emoción mi paso por la radio (programa semanal de temática animalista) y mi aportación escrita en varias publicaciones locales, con la finalidad de divulgar y facilitar contenido útil y ameno sobre la desconocida ciencia de la etología
El mensaje final es que todos los problemas de convivencia con un gato se pueden solucionar y, si se hace a tiempo y con el procedimiento adecuado (hay que acudir a una profesional acreditada de la conducta animal), la recuperación es factible.

Estoy muy contenta y satisfecha de todos mis logros y muy agradecida a todas las tutoras que han confiado en mí para resolver sus problemas. También a todos los que, desde el otro lado, me siguen en redes y me tienen en cuenta cuando les pueda hacer falta.

La novedad que trae esta etapa que se inicia (algunos ya sabéis) es que próximamente ampliaré mis ocupaciones. Como he podido comprobar personalmente, aunque siempre hay clientes, esta actividad por ella sola no es suficiente para mantener el proyecto inicial (dicho más claro, no da para vivir). El desconocimiento de la existencia de este servicio en el usuario final no ayuda nada. Así que, como solución a lo imprevisto, nuevamente he reconducido el rumbo y cogiendo un camino paralelo (para no renunciar a mis objetivos y si cabe acercarme más a mis queridos y adorados pacientes gatunos), en breve podré ejercer también como Auxiliar Técnica Veterinaria. Mi deseo es poder ayudar más directamente y con más facilidad en las asesorías a las familias gatunas que puedan necesitarlo. 

He constatado (en estos tres años) que el no saber que los problemas de conducta de los gatos se pueden solucionar hace que muchas familias sufran en silencio una mala o incómoda convivencia con su gato. Espero de esta forma poner remedio a este límite.

Tengo mucho camino por delante y nuevo trabajo por realizar. Me gana la ilusión por lograr todo lo que me propongo desde el primer día que empecé esta loca aventura de la asesoría en conducta felina.

He aprendido mucho y sé que me falta mucho más por descubrir y todo se lo he de agradecer a los gatos, en especial a mis dos gatas, Menta y Mica que son las culpables de toda esta maravillosa movida.





Mi mayor recompensa es devolver la felicidad a un gato y en consecuencia a su familia.

Mi éxito es vuestra confianza en mi trabajo.








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