Qué es la ETOLOGÍA

Si miramos el significado etimológico de la palabra Etología (puedes verlo en Wikipedia)

ethos: costumbre o conducta

logos: estudio, ciencia

Así, la Etología es la rama de la Biología que estudia el comportamiento de los animales en sus medios naturales, en situación de libertad o en el laboratorio.

Los Etólogos estudian la conducta, las relaciones con el medio, y las pautas que guían la actividad innata o aprendida de los animales. Han estudiado conductas como la agresividad, el apareamiento, el desarrollo del comportamiento y la vida social, entre otras expresiones.  


De entre los etólogos más destacados podemos encontrar los siguientes:
Jane Goodall, Dian Fossey, Desmon Morris, Konrad Lorenz, Niko Tibergen, Gerald Durrell, Vitus B. Dröscher, Stephen Jay Gould, Heribert Schmid ...



 

Etología clínica

Es una especialidad de la Medicina Veterinaria que tiene como objetivos principales el

  • Diagnóstico
  • Tratamiento
  • Prevención

 de los problemas de comportamiento de los animales domésticos.

 

“Problema de comportamiento”

    Se considera un problema de comportamiento a la conducta que pueda molestar o preocupar al tutor del animal de compañía o a su entorno familiar y social.

    También lo es la conducta que pueda resultar peligrosa para las personas o los propios animales.

    Podemos encontrar dos tipos de problema de conducta:

  • Una conducta propia (natural) de la especie que perturba (o molesta) a las rutinas de los humanos con los que conviven. Por ejemplo, el marcaje con orina o el rascado con las uñas
  • Una conducta derivada que se expresa debido a una alteración (patología) del comportamiento. Por ejemplo, la ingesta de objetos (lana, plástico, …)


Contrariamente a lo que pensamos, estos problemas de conducta son muy frecuentes y consecuencia de la vida doméstica. Hay estudios realizados en EE. UU. donde vieron que más del 75% de los gatos domésticos presentaba algún problema en la conducta a lo largo de su vida.


De entre los problemas de conducta más habituales observados entre los gatos domésticos destacan:

  • Orinar y/o defecar fuera del arenero
  • Rascado de las uñas en muebles o superficies
  • Maullidos constantes
  • Muestras de agresividad hacia personas u otros animales
  • Hiperactividad
  • Juego inapropiado (persecución y ataque a las piernas)
  • Morder y arañar durante el juego


Estas y otras reacciones tan molestas en casa pueden tener solución con una mejor gestión de su entorno y la interacción con él. Porque siempre sucede (aunque nos pese) que los “culpables” (o el origen) de ellas somos sus tutores.


Además, hemos de tener claro que los problemas de comportamiento afectan negativamente el bienestar del animal. Si el cambio en su conducta tiene el origen en el miedo, la ansiedad o la agresividad, llevan al gato a un estado emocional negativo, desagradable para él. 

Los tutores no hemos de permitir que estas conductas de respuesta (que nos molestan tanto) se hagan crónicas o las aceptemos como normales (es decir, no las tratemos a tiempo por desconocimiento o falta de consejo profesional). El bienestar del animal se ve disminuido y afectado y acaba repercutiendo también a su salud física (patologías renales, alimentarias, bajada de defensas, etc.). Paralelamente, suelen acabar siendo insoportables para el tutor y/o la familia y en numerosas ocasiones son el motivo del abandono o eutanasia del animal.

  • Casos de orina por la vivienda (durante meses o años) alteran la convivencia en familia y no se soluciona si no se aplican unas buenas pautas. 
  • Casos de agresividad (que desde su inicio van en agumento) acaban siendo insostenibles si no se interviene con pautas e indicaciones adecuadas.

La Etología Aplicada es la encargada de la resolución de estos problemas surgidos de la convivencia en familia con gatos domésticos, mediante la asesoría de las profesionales especializadas en conducta animal.


Se ha cifrado en más del 40% de tutores (estudios realizados) que acaban abandonando o renunciando a su gato y el motivo es una conducta que molesta a la familia que no ha sido detectada a tiempo ni tratada adecuadamente, por lo que no se ha podido solucionar.

 

El hecho de que un tutor de gato no entienda (o desconozca) cuáles son los comportamientos normales de la especie hace que no pueda detectar correctamente las conductas “impropias” que son las que los gatos utilizan cuando se altera su entorno y como señal de aviso de incomodidad. Por lo tanto, una correcta y temprana información sobre la vida del gato es el primer paso para evitar numerosos problemas del futuro.

Si conocemos y sabemos sus necesidades podremos gestionar y atender mucho mejor el entorno y la interacción con nuestro gato. La Prevención es la mejor manera de evitar problemas (o desajustes) que afectan a la salud física y emocional del gato y que repercuten tarde o temprano también en la familia.

 

 

Para cuidar bien un gato no es suficiente con decir “me encantan los gatos”. 

Es necesario dar un paso más y preocuparse por conocer y entender la biología y la etología del animal (incluso de la raza) para no privarle de ninguna de sus necesidades vitales. Es nuestra responsabilidad.
En otras palabras, hemos de saber responder a:
¿qué no puede faltarle a un gato para tener bienestar?


Si has llegado a este punto del texto pienso que te ha interesado su contenido y por lo tanto te animo a que sigas descubriendo en este blog otros temas que seguro te gustarán.

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