ethos: costumbre o conducta
logos: estudio, ciencia
Así, la Etología es la
rama de la Biología que estudia el comportamiento de los animales en sus medios
naturales, en situación de libertad o en el laboratorio.
Los Etólogos estudian la conducta, las relaciones con el medio, y las pautas que guían la actividad innata o aprendida de los animales. Han estudiado conductas como la agresividad, el apareamiento, el desarrollo del comportamiento y la vida social, entre otras expresiones.
De entre los etólogos más destacados podemos encontrar los siguientes:Jane Goodall, Dian Fossey, Desmon Morris, Konrad Lorenz, Niko Tibergen, Gerald Durrell, Vitus B. Dröscher, Stephen Jay Gould, Heribert Schmid ...
Etología clínica
Es una especialidad de la Medicina Veterinaria que tiene como objetivos principales el
- Diagnóstico
- Tratamiento
- Prevención
“Problema de comportamiento”
Se considera un problema de comportamiento a la conducta que pueda molestar o preocupar al tutor del animal de compañía o a su entorno familiar y social.
Podemos encontrar dos tipos de problema de conducta:
- Una conducta propia (natural) de la especie que perturba (o molesta) a las rutinas de los humanos con los que conviven. Por ejemplo, el marcaje con orina o el rascado con las uñas
- Una conducta derivada que se expresa debido a una alteración (patología) del comportamiento. Por ejemplo, la ingesta de objetos (lana, plástico, …)
De entre los problemas de conducta más habituales observados entre los gatos domésticos destacan:
- Orinar y/o defecar fuera del arenero
- Rascado de las uñas en muebles o superficies
- Maullidos constantes
- Muestras de agresividad hacia personas u otros animales
- Hiperactividad
- Juego inapropiado (persecución y ataque a las piernas)
- Morder y arañar durante el juego
Estas y otras reacciones tan molestas en casa pueden tener solución con una mejor gestión de su entorno y la interacción con él. Porque siempre sucede (aunque nos pese) que los “culpables” (o el origen) de ellas somos sus tutores.
Además, hemos de tener claro que los problemas de comportamiento afectan negativamente el bienestar del animal. Si el cambio en su conducta tiene el origen en el miedo, la ansiedad o la agresividad, llevan al gato a un estado emocional negativo, desagradable para él.
Los tutores no hemos de permitir que estas conductas de
respuesta (que nos molestan tanto) se hagan crónicas o las aceptemos como normales (es decir, no las tratemos a tiempo por desconocimiento o falta de consejo profesional). El bienestar del animal se ve disminuido y
afectado y acaba repercutiendo también a su salud física (patologías renales, alimentarias, bajada de defensas, etc.). Paralelamente,
- Casos de orina por la vivienda (durante meses o años) alteran la convivencia en familia y no se soluciona si no se aplican unas buenas pautas.
- Casos de agresividad (que desde su inicio van en agumento) acaban siendo insostenibles si no se interviene con pautas e indicaciones adecuadas.
Si conocemos y sabemos sus necesidades podremos gestionar y atender mucho mejor el entorno y la interacción con nuestro gato. La prevención es la mejor manera de evitar problemas (o desajustes) que afectan a la salud física y emocional del gato y que repercuten tarde o temprano también en la familia.
Para cuidar bien un gato no es suficiente con decir “me encantan los gatos”.
Es necesario dar un paso más y preocuparse por conocer y entender la biología y la etología del animal (incluso de la raza) para no privarle de ninguna de sus necesidades vitales. Es nuestra responsabilidad.En otras palabras, hemos de saber responder a:
¿qué no puede faltarle a un gato para tener bienestar?
Si has llegado a este punto del texto pienso que te ha interesado su contenido y por lo tanto te animo a que sigas descubriendo en este blog otros temas que seguro te gustarán.
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