3 feb 2023

Cuando la convivencia con tu gato es complicada

Si has observado últimamente (o hace un tiempo) alguno de estos comportamientos en tu gato:

  • orina o defeca fuera del arenero
  • muestra agresividad con otros gatos de la familia
  • se ha vuelto agresivo de repente
  • te muerde o te araña cuando lo tocas
  • está muchas horas escondido
  • maúlla constantemente
  • destroza los muebles
  • se arranca el pelo o se peina con exageración
  • se persigue la cola o se autolesiona el cuerpo
  • otros comportamientos exagerados o que deja de hacerlos

deberías acudir a una profesional del sector para poner solución. Y aprovecho para decir



que, lo que no tendrías que hacer nunca es resignarte, admitir y/o normalizar estos comportamientos en sus rutinas porque todos ellos nos indican que alguna cosa no funciona bien.

Es importante que puedas escoger correctamente una profesional para conseguir los mejores resultados. ¿A qué profesional me refiero? Pues a la que se dedica a resolver problemas de conducta, es decir, a la especialista en etología (felina - si hablamos de gatos). Si no conoces ninguna, pide información a tu veterinario de confianza antes de guiarte por referencias de poca credibilidad. O busca en una fuente de información seria, rigurosa y fiable. No te equivoques, antes de escoger quién te tiene que ayudar, asegúrate que es verdaderamente una profesional de la especialidad de la cual se anuncia.

En este punto tocaría aclarar unos conceptos que a menudo llevan a confusión (sobre todo si no tienes relación directa con el sector). En el campo de la modificación de conducta existen tres disciplinas donde cada una de ellas tiene un área de acción muy concreta y definida según el objetivo que se busca y que no se han de confundir: adiestrador, educador y especialista en etología (etólogo). Es básico, para el éxito de la intervención, que acudas a la que realmente te puede ayudar siempre teniendo en cuenta el origen del problema y lo que queremos conseguir.

Me explico:

(1) Adiestrador: comparativamente hace las funciones de un “entrenador deportivo” y adiestra un animal (normalmente a perros) para que aprenda unas habilidades con una disciplina rigurosa y que requiere de gran implicación y capacidades individuales. Por ejemplo: perros policía, perros para invidentes, de detección de explosivos, narcóticos o perros de Agility, entre otros. No todos los perros están física y emocionalmente preparados para hacerlo.

(2) Educador: hace las funciones de “monitor de actividades de tiempo libre” y enseña al animal a pasear, a jugar correctamente, a relacionarse con otros perros, a moderar o a controlar los saludos, a convivir en armonía con su familia, entre otras actividades. Muchos perros (o todos) tendrían que pasar por manos de un educador para saber convivir felizmente en sociedad.

(3) Especialista en etología: hace las funciones de “psicóloga” (para entendernos) porque analiza y valora una conducta molesta o alterada (ver la lista inicial del artículo) y identifica las causas (estrés, miedos, entorno con pocos estímulos, mala relación, etc.). Necesitará recoger información indispensable del animal (carácter, rutinas, entorno, procedencia) para determinar el origen de la "mala conducta" y proponer unas pautas de mejora personalizadas que ayuden a reconducir la situación y conseguir la buena convivencia en familia. Todos los gatos con problemas de convivencia tendrían que pasar por las manos de una especialista en comportamiento.

Por lo tanto, frente a un problema de comportamiento con tu animal lo primero de todo es saber a cuál de los tres profesionales tienes que acudir. Los tres son complementarios, pero en ningún caso son equivalentes. Si quieres, en este enlace lo explico con más detalle.

En segundo lugar, y muy importante, es saber que, por nuestra desgracia, en este sector también existe mucho intrusismo laboral que acaba desmereciendo todavía más el buen trabajo de los que hacemos bien las cosas.

¿Qué es el intrusismo laboral o profesional? Según el diccionario es:

La práctica de una actividad laboral sin tener la preparación académica que esta exige o ejercer una profesión sin tener el correspondiente título académico.

Puede llegar a ser delito y está regulado con el artículo 403 del Código Penal.

Es por eso que, cuando necesites la intervención de uno de estos profesionales (sobre todo cuando se trate de una especialista en etología (3)), has de tener la seguridad que realmente lo sea. ¿Cómo lo puedes saber? Pues comprobando que allí donde se hace conocer (web, blog, redes sociales, etc.) deja bien clara y explícita su formación académica indicando los cursos realizados en su área del ejercicio profesional. Si no aparece claramente, ante la duda, busca otra persona que te dé más confianza. 

A todas nos interesa informaros que somos lo que decimos y que sabemos lo que hacemos






De lo contrario, la consecuencia puede ser, aparte de la repercusión económica, la pérdida de tiempo y la decepción sufridas, desgraciadamente la afectación emocional de tu gato que, lejos de mejorar, posiblemente a corto plazo, empeora en su conducta alterada no resuelta o incorrectamente.

Para prevenir:

1) Evita acudir a quien basa su trabajo en técnicas de castigo positivo: reprimir, reñir, estirar, pegar, obligar, limitar, … En animales se considera una forma de maltrato porque atenta contra su libertad y el bienestar físico y mental. Son técnicas obsoletas y contraproducentes para el animal. (Hay muchos ejemplos en la televisión).

2) Evita acudir a quien no acredita su formación o no queda suficientemente clara. Se autodenominan “terapeutas”, “conductistas” o de otras maneras muy atractivas y originales. Acostumbran a utilizar métodos que no están basados en estudios científicos demostrados y no actualizan sus técnicas. Basan sus capacidades en que llevan muchos años en relación con los gatos (más de 15, más de 20) o en los muchos casos resueltos o en su gran éxito entre sus seguidores. A veces se rodean de cierto “misterio”, de capacidades especiales (energías, hierbas) o de una vistosa puesta en escena que utilizan como reclamo de atención.


Así pues, huye de los falsos y asegúrate que la persona que atiende tu animal es realmente el profesional formado y capacitado de aquello que dice ser capaz.

Siempre, ante la duda o sospecha de que no estás notando avances positivos en la resolución de tu problema particular, busca una segunda opinión. Estás en tu derecho y puede ser la diferencia entre resolver o empeorar.


Recuerda: 

al final el gran perjudicado siempre es el animal porque puede llegar a ser abandonado o eutanasiado por una gestión mal llevada desde el principio. Está en juego la salud física y emocional de tu animal y la calidad del vínculo afectivo con él.

No te la juegues, infórmate bien antes de escoger.


Si convives con un gato o quieres adoptarlo y estás interesada en conocer más aspectos sobre el fascinante mundo de los gatos puedes consultar en mi blog los artículos y los talleres que tengo disponibles. Encuentra el que más se ajuste a tus necesidades.

Siempre al servicio de los gatos.

Soy especialista en etología felina (comportamiento y bienestar del gato doméstico) y puedo ayudarte a entender mejor tu gato (su lenguaje y cómo se comunica).

Si tienes cualquier duda o inquietud puedes contactarme de la forma que te resulte más fácil (teléfono, email, Instagram).



 




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por consultar y seguir mi blog. Estoy encantada de poder orientar y ayudar en lo que sea de interés.
SI DESEAS RECIBIR MIS PUBLICACIONES POR EMAIL, POR FAVOR ENVIAME EL FORMULARIO DE CONTACTO E INDICA EN COMENTARIOS TU INTERES POR RECIBIR CON PUNTUALIDAD MIS NUEVOS ARTÍCULOS.
GRACIAS